Al salir de un curso siempre me siento satisfecha, porque normalmente, en la “Rueda de lo que me llevo” las educadoras comentan el descubrimiento de algo para ellas importante, renuevan su ilusión por educar, concretan de nuevo sus propósitos, reconocen la necesidad de los mensajes vistos en la formación,… Y estos intercambios y reflexiones son el mejor indicador de que mi trabajo ha estado bien hecho. 

Después de el último curso impartido en TEO: “Método TEO para principiantes”, dedicado a educadoras que se incorporan a nuestro equipo, la sensación que me traje a casa es de ORGULLO, así con mayúsculas.

Preparando el curso repasé los orígenes del Método que se ha hecho grande sólo con dos años de teoría y práctica en la Escuela y el lugar que en él tienen los niños, las familias, las educadoras, sus bases teóricas y el aliño personal que aporta TEO a todo este conjunto.

Gracias chicas! Ainara, Bianca, Silvia, Bea, Fátma, Teresa, Irene, Mónica y Marta no sólo por acudir sino por los piropos que habéis dedicado a esta forma de trabajar tan particular que hemos construido entre todas. Por el entusiasmo contagioso y el reconocimiento de que en TEO se habla otro lenguaje educativo y una experiencia de trabajo en equipo diferente.

Gracias a Pilar por los croissants y el café del descanso y sobre todo por abrirme las puertas de TEO.